viernes, 15 de febrero de 2019

JORGE DÁVILA VÁZQUEZ





4



Me miro
pienso en las largas
noches del insomnio
los túneles de la pesadilla
el dolor taladrando
el cuerpo
el alma
los sentidos
todo.

Soy la res
abierta en canal
que empezó a pintar en claroscuro
el viejo Rembrandt
y acabó de hacerlo
siglos después
Soutine.

Y con esa imagen
desgarrada
duermo
despierto
alucino
soy.

Heme aquí
ante el dolor
que azota
crucifica
corona de mínimas
espinas de sudor.

Cristo,
perdón por los
paralelismos, perdón
pero esta cama
es semejante
a una cruz
y estoy,
Señor, aquí
crucificado.


De: “Cuaderno del convaleciente, en Río de la memoria”


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