Campos de pentagrama
La canción es la
amiga que me arropa
y después me
desabriga.
Silvio Rodríguez
(“Compañera”)
Nuestra
torre de Babel era la música.
El
mundo nos cantaba
ay que pesado, que pesado
siempre pensando en el pasado.
Los
jinetes del otro tiempo
emprendían
la marcha
rodeados
de la ceniza de su historia
hecha
en los campos de un pentagrama.
Somos
el perfume
de la
canción que nos suena
temblando
con los ojos cerrados,
el cielo está nublado
y a lo lejos tú…
Se va
tu voz, tu acorde desentonado,
el
aroma que se inquilinó en tu blusa;
la
vanidad y la infancia con sus chocolates,
pero la
música se queda
como la
madre,
como el
olvido.
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