Pasarán los años
Ni los
platos de plata,
ni los
cálices de oro me interesan
sino
que lo que más anhelo en este mundo
es el
hueco de tu palma.
Pasarán
los años. Y nuevamente,
enamorada
como el primer día
beberé
de tu palma
de la
que no me cansaré nunca.
Nunca.
Y en el
mismo camino, como al principio
volveremos
a sonrojarnos
Y
besaré el primer surco
de tu
mejilla llena de vida
Pero si
llegado el día
Me
dieses a beber de grandes cálices,
yo, de
entre todos,
volvería
a posar mi boca
en el
hueco de tu palma.
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