Los siete duendes de la lluvia
Mi niña
no te
enamores
de esos
frescos duendecillos
que se
esconden en las flores
Azul le
dijo a Rosado
que
Verde el mundo quería
Amarillo
sentenciaba
toda la
extensión es mía
Negro
se posó en la noche
fue a
lo profundo del mar
y en la
cresta de las olas
Blanco
quiso viajar
Rojo se
metió en la sangre
como si
fuese una flor
una
esperanza
o un
vivo rayo de sol
duendecillos
caprichosos
caprichosos
como yo
no
enamoren a mi niña
con tan
fantástico ardor.
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