miércoles, 22 de abril de 2020

FRANCISCO ESPADA






Hambre



Hambre
sin eufemismos, hambre pura y dura;
ya está bien de tergiversar el vocabulario
buscando un perfil maquillado:
hambre, hambre, hambre...

Un joven
de veintitrés años y treinta quilos
es un Ecce Homo,
una criatura de Dios que ha sido
abandonado a su mala suerte
y embarranca nuestras conciencias
por el despeñadero
por el que cada uno se mira su ombligo.

Borren el epíteto rimbombante:
Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales,
¿dónde leches está la igualdad?
¿dónde la salud?
¿dónde las políticas sociales?

Para morir de hambre no se necesitan alforjas,
sino carecer de ellas;
los técnicos le llaman desnutrición,
el pueblo le llama hambre;
muerte a la que conduce el hambre,
hambre, hambre, hambre...



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