viernes, 16 de octubre de 2020

LUIS ANTONIO DE VILLENA



 

Celebración mediterránea





Dicen los maldicientes: ¡Qué poco le queda a Miguelito!
Fue rey -como tantos- de unas horas: Cinco o seis primaveras.
Poca cosa. El tiempo se lo lleva. ¿Quién recordará su edad maravillosa?

También yo tuve envidia de tu belleza pura. Y de tu alegre vida,
sobre todo, negada a la tragedia. Favorita del dios. Sin angustia ni sombra.
¡Qué hermoso verte riendo por las noches! Sábado o lunes: la vida es
                                                                          perfecta.

Yo en ti pensé mi vida coronada. Pero un símbolo no vale a la vida.
Te imaginé en amor, en dicha, en compañía. Curándome
                                                        la soledad inhabitada.

¡Qué vano fui! Tu corazón no tiene corazón. Eres el sol radiante a
                                                                         mediodía.

No hagas caso de las malas lenguas. Tú eres solo presente,
sólo ahora. El tiempo en tu sonrisa se va por la cloaca.
Cuando sea viejo
de intención ya lo soy- pensaré en ti: Minuto de luz divina, entre la nada.



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