Primero
de noviembre
Manojos
y reminiscencias brotan
en medio de un gentío nervioso.
El grupo de ancianas discute el precio de las flores
si llevar este color celeste o aquella terracota.
Pienso en el jardín de las delicias
los cuerpos los frutos la impresión carnal.
No sabría decir qué modifica este cuadro
si el aliento o el prodigio de ser foránea
si la brutalidad del día previo al festejo
si la muchedumbre merece
llevar el luto con flores pasadas de moda.
Es preciso conservar rituales
antiguos instrumentos de la costumbre.
Existe una verdad perversa:
la ciudad es un camposanto habitable.
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