domingo, 13 de febrero de 2022

BAUDILIO MONTOYA

  

 

Estío

  

Encendiendo la cúpula suprema
de fino raso, con vigor intenso,
un sol de abril en el estuche inmenso
fulge como una majestuosa gema.

Finge el palmar exótica diadema
del llano azul en el piadoso lienzo,
y allá a lo lejos, va subiendo el denso
humo fugaz de la primera quema.

El río en la planada que se humilla
—cinta que exorna sus verdores— brilla
cual un haz de moriscas cimitarras,

y, como en un concierto de locura,
en el hondo sopor de la espesura
afanan su lujuria las cigarras.

 

 

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