sábado, 16 de abril de 2022

RAIMUNDO ECHEVARRÍA Y LARRAZÁBAL

 

  

La hora muerta

 

 

Señor, que me has dejado con los nervios muertos,
con los ojos hondos de tanto sentir,
con los labios llenos de ruidos inciertos;
Señor, me has dejado muerto por vivir.

Ya no tengo aquellos temblores de loca
Que me derretían los labios en flor;
Ya no tengo aquellas fiebres en la boca…
Me has dejado muertos, los nervios, Señor.

Las manos se quedan sin las convulsiones
De sangre, que aquietan las viejas visiones
Y los labios sueñan blancas emociones…

Señor ¿qué será este cansancio de vida?
¿Será la juntura de la florecida
carne con la sombra de las cosas idas?

 

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