II
Parecía
una mañana más bien predecible.
Su brillo pasajero
Enrollándose por encima de nuestras cabezas,
Por ejemplo.
O el sol como un pinchazo.
Y
enseguida,
La mañana se va quedando atrás.
Pierde su luz
Se decolora
Declina, incluso.
Queda
esa neblina espesa
Que insiste
Hasta hacerse mancha
Ajadura
En la puerta misma del día.
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