Museo
de la acrópolis
Una
mano de mármol, pero sólo los dedos,
sobre un hombro de mármol sin cabeza.
Un
brazo erosionado que nadie tiende a nadie.
Un
caballo sin patas.
Un jinete que es sólo sus muslos.
Dionisos
a pedazos, recompuesto.
Un
toro sin cuernos que está siendo devorado
por un león que no está,
sólo sus garras.
Admiramos
lo desaparecido.
Tal vez nuestra cultura nace de estas ausencias,
de lo vacío, de lo que no hay.
También
nosotros somos lo que queda
de nosotros,
lo que nos falta,
el hueco que nos cuida.
De:
“Qué hago yo aquí”
No hay comentarios:
Publicar un comentario