"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
El honor del sufrimiento
XXXIV
Conviene que se llame alma a este exceso de fuego, de colores que la juventud se reclama pero cuando el árbol pierda las flores, tendrás que remar un día en la galera de la desgracia.
¡Es el cuerpo quien derrama las lágrimas!
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