Convocación
de palabras
Yo
no era mío todavía.
Era 1960…
y lo recuerdo bien
porque equivocaba a diario
el sentido de los párrafos;
en la umbría de una tarde
enmugrecida con aire desvalido
asistía a la vergüenza
de no entender del todo
lo que el televisor
estaba resonando en blanquinegro.
Desharás, me dije,
las sanciones en tu contra.
Irresoluto adolescente,
recién graduado
y tardío para todo,
disciplinado a no aprender nada,
harás por ti
lo que no pudo el salon de clase.
Ésta será tu fe:
Infraction
bedlam
ambiguous.
Las convoqué
en el altar de mi deseo,
llevándolas por necesidad
a la memoria.
En la fecundidad de un instante
me fui multiplicando:
affable
prerogative
egregious.
Cada vez tras otra
asimilé su historia,
lo que equivale a rescatar
lo
que era mío:
priggish
eschew
impecunious.
Porque las hice doctrina
repetida horariamente,
de súbito
yo ya no era el mismo de antes:
assiduous
faux pas
suffragette.
Ahora
desciendo inagotablemente
de ellas; son
mi hereditaria ofrenda,
huellas de sangre vivida
sobre el papel constante:
exhume
querimonious
kibitzer.
Tenaz
oficio
el de crearme en mi propia imagen
cada vez con cada una al pronunciarla:
postprandial
subsequently
y de escribir por fin con voluntad
las catorce letras de mi nombre
y por encima
la palabra
libertad.
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