Poética tersa
No
se respira voluntariamente.
No. Respirar no es
un torpe forcejeo deliberado.
El aire se abre paso sin quererlo
ni renunciar tampoco. Simplemente
viene y va, dibujando un ritmo terso
Así
debiera ser la poesía:
Ni ocio ni negocio voluntario.
Respirar levemente línea a línea
hasta llenar la página, quizás,
y detenerse luego, al revisar,
comprendiendo que se vivió un poema:
Una
constelación de impulsos, de latidos,
reunidos con naturalidad
por la ley de los astros, por el giro
sosegado de cada palabra,
por el irrenunciable trazo de la búsqueda
cuidadosa de voz convincente.
Sin vigor excesivo y sin debilidad.
Sin dolor, sin alivio…
Sólo así.
De: “Desasosiegos”
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