Arrebol
El
cielo rojizo va entrando
en
el alma de mis deseos,
recuerdos
de ocasos de mar,
de
rayos de sol iluminando
tú
ruborizada mejilla.
MI
corazón sereno
camina
por la orilla,
me
vienen suavemente
aromas
a salitre, a sal,
a
tarde ardiente.
Etérea
y leve como un poema,
eres
como de agua
mujer
ingrávida que como
los
rayos de sol en la tarde
iluminas
mi crepúsculo.
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