sábado, 14 de diciembre de 2024

ALDO VICENCIO

 


 

 

Árbol de casa

 

  

viejo rey sobre el portón:
                       el aire está rasgado

hay un trono traslúcido sobre el patio;

es el asiento de esqueléticas banderas
que bailan cuando el televisor se apaga

siniestro amigo,
       mi ángel alicaído muda la cara
       —Mira — dice, y siento drenarse al viento

sobre el estanque, estampidas

inopio yo,
estrépito de ramas
     Gris derramándose en el angélico ojo

torturado de frío siempre;
                       en mi espíritu tengo una franja,
amenaza inquieta
         entre las islas de mi personalidad

tan solo, a solas,
viejo rey impío,
tan yo mismo;

boquete en una ciudad que se desploma
              s u    v o l c á n   , simiente de hierro

trance,
bajo las escaleras;
         adentrarse en el otro es quedar atrapado,
llorando a solas,
         mientras allá, más allá,
no existen las cosas

cadenas extintas
en forma de raíces que bajan y suben
              anudando una sefirética Luna
                                 [ allí mi rostro anida ]

franja de años que se arrejuntan
                               caen como granos sobre mi mano
                                    mientras sigo de pie en el portón del patio

la transmisión de la inocencia
evoca el origen de los árboles que hablaban a los pueblos;

              es el gran Sol en cruz
              de un baile que no acaba

estoy excedido de formas:
       una corona que nunca quise se hunde en mi cabeza
.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario