naranja
dulce en el pecho
me
asomo
a
los bronquios
florecidos de azahar
en
un
terreno de hielo
¿dónde
hay tierra
y
dónde vacío?
mejor
refugiarme
en
mi
bosque de leña y naranjas
en
su arroyo
y en
sus riscos
sus
senderos apretados
en
este nido donde aún puedo murmurar
sin
abrir las grietas
bronquios de azahar
introducíos
por
esta carretera
peligrosa de mi pecho
hacedlo hogar
filtrad luz
mirando
al cielo
clavadme astillas
dadme un motivo
para
defender el amor
o
para inventarlo
al
menos
dejad
que la fruta
se
congele a quince grados
bajo
cero
y
que yo no me mantenga
en la temperatura
donde nada
sucede
donde
hasta la muerte
se
ralentiza
De:
“Atravesar una gota con una aguja”
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