«Orfeo
triunfó sobre el canto de las Sirenas [Apolonio].
Si
se sigue el griego palabra por palabra:
La
cítara violó el canto de las vírgenes.
Orfeo
opone una violencia
exclusivamente
viril al canto acrítico»
Butes,
Pascal Quignard
De
los cincuenta hombres, salvaremos a Butes.
Butes
el saltador.
Aquel
que desoyendo la cítara de Orfeo
dejó
el remo para entregarse al baile,
a la
Espuma del mar,
a la
voz indistinta;
la
que no da retorno ni ordena ni
unifica.
A la
música afásica,
aguda
y continuada de las mujeres pájaro
—las
llamadas Seirenes; las que atan por el cuello—.
De:
“Viaje a Creta”
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