miércoles, 7 de marzo de 2012

CLAUDIO GUERRERO VALENZUELA




El hondo parentesco entre las cosas


Abrimos la ventana en la mañana
el sol ilumina todo lo ignorado.

Los niños corren al almacén
a comprar los dulces que descansan
en viejos frascos de vidrio.

Pasa a mediodía un cortejo fúnebre
una anciana se persigna
y le pide a Dios no estar sola en los días de la muerte.

En los boliches se habla del tiempo
de fútbol y mujeres
y de la última pelea de Martín Vargas.

La vida transcurre como un paisaje detenido.

En algunas casas
los hijos todavía tratan de Usted a sus padres
y las viudas visten riguroso luto.
Una musiquilla de radio pobre
nos hace recordar al organillero
que cada sábado musicaliza la melancolía
de la tarde tras las cortinas.

Todo esto será motivo para pensar
en el hondo parentesco entre las cosas.

Llega la noche
un desconocido nos saluda
cerramos los postigos
todas las cosas que se ignoran
se envuelven en un sueño fantasmal.

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