lunes, 16 de abril de 2012

ALEGRÍA AGOSTO




Añoranza



El corazón envejece taciturno
pide en oraciones celestiales
dadivas espontaneas de tus labios
y enlazo el pensamiento inquieto
a recuerdos de frágiles migajas.

Imploro tu nombre
aumenta tu desdén
temo que pronuncies el adiós
otros engaños
gritos que me abaten.

Por cándidas promesas
me sumerges en delirio vulnerable
y crece el deseo por ser tuya.

De “Libre de Prohibiciones”

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