miércoles, 8 de mayo de 2013

ALDO PELLEGRINI


  


Pesadilla litúrgica




La llama se extingue

la calle sembrada de cenizas

las mujeres comercian con el fuego

los enemigos marchan de la mano

las lágrimas brotan de las puertas

los ciclistas ruedan sobre los principios morales

el gran órgano de la catedral

el humo

gris

una canción sorda

una llama sorda

la alegría hace estallar las venas de los ángeles

un gemido alucinante guía los pasos del sacerdote hacia el deleite

el asombro es rojo

un líquido gotea sobre el altar

la sangre la fugacidad la desnudez

la desnudez la inmortalidad

los ojos como relámpagos, las mejillas veloces

las lágrimas no brotan

tormenta de la fugacidad

lo eterno se paraliza

los ciclistas corren detrás de la indiferencia

el sacerdote acompaña con los ojos la danza

geometría de lo agónico

suspendida en el centro de la mirada

está la desnudez

¿habrá alguien que pueda comprender nuestra fiesta?



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