jueves, 15 de agosto de 2013

ANA MARÍA RODAS




6. Limpiaste la esperma


Limpiaste la esperma
y te metiste a la ducha.

                  Diste el manotazo al testimonio
                  pero no al recuerdo. 

Ahora
                  yo aquí, frustrada,
                  sin permiso para estarlo
                  debo esperar
y encender el fuego
y limpiar los muebles
y llenar de mantequilla el pan. 

Tú comprarás con sucios billetes
                   tu capricho
                   pasajero 

A mí me harta un poco todo esto
en que dejo de ser humana
y me transformo en trasto viejo.


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