Terciopelo
bajo el ciprés
Soy
el terciopelo de las cosas simples
cinco horas antes de que el veneno toque tu voz salgo a mirar el ciprés
único testigo de que me resisto a morir ante sus encajes perfectos
he sido una criatura hermosa y el ciprés no puede competir con esta belleza desvariada
sayo que se abre ante tus piernas frágiles mira lo que guardo mira lo que he escondido
en la cautela en el celibato absurdo de tu nombre de algunos apellidos sagrados
mientras en el lago nadie quiere comer lo vivo todo flota muerto lo dejan morir antes de probarlo
aleteando volando se vuelve nata de razones una terrina de piedad un sollozo como
preámbulo del cielo
aunque parece fragilidad mi sexo entre tus manos en verdad es fuerte sexo fuerte
soy plomo que sostiene el cuerpo lo mantiene en equilibrio con el límite
perla negra y perla oscura para lanzar al lago sin miramientos
lánzala si puedes a ese remolino del que ya no hay regreso
lánzala y verás cómo pesa el mundo a tus espaldas prolongadas
la hora del té es la hora de mis miedos cuando el escudo de familia revuelca
los sentidos de una patria disuelta en otra ciencia extraña llena de hojas y algas secas
yo el terciopelo yo la canal del alma porque en mí descansa la furia que derramas
como miel como aceite de ballenas desangradas viene mi sed y la sacio en ti mirando al lago
Muere tu debilidad en mi mente descarriada mirando al lago fijo y largo al ojo avizor
desmayas la suave caricia que el té envenenado te deja desatar
soy terciopelo que mira el encaje del ciprés y se arrepiente.
cinco horas antes de que el veneno toque tu voz salgo a mirar el ciprés
único testigo de que me resisto a morir ante sus encajes perfectos
he sido una criatura hermosa y el ciprés no puede competir con esta belleza desvariada
sayo que se abre ante tus piernas frágiles mira lo que guardo mira lo que he escondido
en la cautela en el celibato absurdo de tu nombre de algunos apellidos sagrados
mientras en el lago nadie quiere comer lo vivo todo flota muerto lo dejan morir antes de probarlo
aleteando volando se vuelve nata de razones una terrina de piedad un sollozo como
preámbulo del cielo
aunque parece fragilidad mi sexo entre tus manos en verdad es fuerte sexo fuerte
soy plomo que sostiene el cuerpo lo mantiene en equilibrio con el límite
perla negra y perla oscura para lanzar al lago sin miramientos
lánzala si puedes a ese remolino del que ya no hay regreso
lánzala y verás cómo pesa el mundo a tus espaldas prolongadas
la hora del té es la hora de mis miedos cuando el escudo de familia revuelca
los sentidos de una patria disuelta en otra ciencia extraña llena de hojas y algas secas
yo el terciopelo yo la canal del alma porque en mí descansa la furia que derramas
como miel como aceite de ballenas desangradas viene mi sed y la sacio en ti mirando al lago
Muere tu debilidad en mi mente descarriada mirando al lago fijo y largo al ojo avizor
desmayas la suave caricia que el té envenenado te deja desatar
soy terciopelo que mira el encaje del ciprés y se arrepiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario