martes, 17 de diciembre de 2013

MIGUEL MÉNDEZ CAMACHO




Para asumir la soledad



En los aeropuertos donde nadie te espera
ni despide
ondea tu sonrisa
y responde a las manos que saludan.
Y al subir o bajar la escalerilla
el rito del brazo levantado
hacia la bandería
de los pañuelos que se agitan.
No olvides la variante
de las pequeñas tiendas de turismo:
pregunta por el perfume
de la muchacha que te hubiera esperado
si tuvieras alguna.
O el licor favorito de tu amigo
que no puede beber
porque la muerte no se lo permite.
Duty free significa simplemente
libre de explicaciones
para asumir la soledad.
Y cuando los altoparlantes anuncien
que el viaje continúa
vuelve y levanta el brazo
hacia la muchedumbre
que es posible que quienes te saludan
sean también solitarios que no tienen
ni visitas ni ausencias.


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