domingo, 20 de abril de 2014

AURORA ARIAS


 


Rumbo de tintero

 
 

Tarde que hunde su paisaje creciente.
Resuelve andar la esencia. Resuelve dar su olor al
aguacero. Ya no me quedan barajas en mangas de
camisa. Dicto el momento, lo aligero, doy otra
boya a la tristeza. No me busquen más en aquel sitio.
No estoy tampoco en ningún otro. De sábanas y dudas
muere mi testamento. Lleno de sombreros rutilantes.
En tanto, techo la vieja casa de lunas y papeles.
Soy mi propio margen de felicidad. Ropero, cacerola,
noviembre delgadea. Rumbo de tintero para el nuevo
status de mi vientre.

 

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