Machepografia
antillana
Soles que hinchan la piel
y vientos como cuchillas.
Harapos, riqueza -y miel
se funden en las, Antillas,
santuario igual que burdel.
Lenguaje franco y cordial
que sirve al bien como al mal.
Hombres que ganan los panes
en amargado batey,
donde explotan sus afanes
otros sin tasa ni ley.
Ingenio: ¡sudor suicida
y caña independicida!
Antillas de azúcar cande
para golosos políticos;
muchachos de panza grande
y cerebros paralíticos.
¡De la insular pediatría
se salta a la psiquiatría!
Pueblos que son caramelos
en paladar de unos pocos;
blancos de insulto y libelos:
desde negros come cocos
hasta salvajes en celo.
Ante antillano dolor,
el verso es un reflector.
Islas que ordeñan de fuera,
(ordeño a control remoto).
Tierras de rota bandera,
de ciclón, de terremoto,
¡de angustias azucareras!
¡Su sangre se va en divisas!
¡Archipiélago mulato!
(¡por mulato su desgracia!)
Libertad de garabato
y de rubia democracia.
¡Centenaria oligarquía
que aprieta más cada día!
Patrias de engaño y de robos,
para extranjera conquista;
turismo de engaña bobos;
botín del "inversionista"
que esconde dientes de lobos.
¡Ay nuestras tierra mulatas,
siempre a merced de piratas!
Países de sino adverso.
Gobiernos de baja y trepa.
¡Por la escalera del verso
sube el Hijo de Machepa!
(1952)
No hay comentarios:
Publicar un comentario