sábado, 26 de abril de 2014

DOMINGO MORENO JIMÉNES


 

Melancolía

 
 

Dejaré mis niños.
Partiré del pueblo.
Me roerá la angustia que a los peregrinos
acoge en silencio.

El día que parta,
todos a sus puertas saldrán a verme;
encontraré en mi senda alguna anciana
de las que socorría algunas veces...

Cuando unos pinos cruce
fustigaré mi potro;
y aunque el norte no empañe ni una nube,
mi pañuelo de hilo me llevaré a los ojos.

Al verme las perdices
levantarán el vuelo;
llorará en una palma una tórtola triste,
y tal vez si un can sucio me seguirá a lo lejos...

Por unas semanas y aun meses
me instigará una sombra;
luego... mis cantos en la mañana alegre.
¿Y después?... el olvido y algunas muertas rosas.

 

 

 

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