jueves, 29 de mayo de 2014

ANA ILCE GÓMEZ


 

Estela de la serpiente

 

Una serpiente pasó frente a mis ojos
Su larga madeja recordaba
las hojas ondulantes y lustrosas
de los largos trigales.
Atenta me miró y yo a ella
pero no debí parecerle un apreciable
                                              bocado
Y siguió su camino
zigzagueante entre la hierba
como una oscura flecha por el tiempo
apremiada.

La tarde se moría y la visión
de la serpiente entre las crestas de hierba
permanecía ahí
como una estela que la apurada eternidad
dejó olvidada
en mi pedazo de tierra
y sin mediar ninguna explicación.

 

De: Poemas de lo humano cotidiano

 

 

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