jueves, 15 de mayo de 2014

RUBÉN DARÍO



 


 
 

¡De una juvenil inocencia
Qué conservar sino el sutil
Perfume, esencia de su abril,
La más maravillosa esencia!

Por lamentar a mi conciencia
Quedó de un sonoro marfil
Un cuento que fue de las mil
Y una noches de mi existencia...

Scherezada se entredurmió...
El visir quedó meditando...
Dinarzarda el día olvidó...
Mas el pájaro azul volvió...

Pero... No obstante... Siempre... Cuando...

 

 

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