En
un lugar de Valparaíso
Un
cirujano misterioso
ha cortado el cerro
con su fantástico bisturí.
Las casas trapecistas
se desnudan ante mis ojos.
Un perro ladra bajo
los jardines colgantes
llenos de ventanas
que escapan del cerro
para despedir ascensores.
Todo parece desprenderse
hacia el mar, pero nada cae,
ni siquiera el fulgor
de una sonrisa
que se pierde entre
vertiginosas escaleras,
por las cuales corro
tratando de alcanzarla.
ha cortado el cerro
con su fantástico bisturí.
Las casas trapecistas
se desnudan ante mis ojos.
Un perro ladra bajo
los jardines colgantes
llenos de ventanas
que escapan del cerro
para despedir ascensores.
Todo parece desprenderse
hacia el mar, pero nada cae,
ni siquiera el fulgor
de una sonrisa
que se pierde entre
vertiginosas escaleras,
por las cuales corro
tratando de alcanzarla.
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