Antiguo acaso de haber
De
haber estado herido o condenado
de haber elegido el verano
la araña o el luto; pero no no
frente a mi alcoba sin luz si imaginas algo de esto
a una sola gota oscura la tuve junto a mi
la ebrio injurié le rompí el costado y la quise así
besé sus piernas dejé que sus manos regasen mal cerradas mi cuerpo sus labios a cada
hora sin leyes se abrían de amor y sangre la mordí
suavemente
llorando el miedo vino
conmigo ella tarde porque ya no pedía nada
tú y quienes éramos yo el allí
pareció que ya antes había sucedido
le comencé a desatar los cabellos
y cada cabello era una voz para un nosotros éramos la tibia corriente bajando por
atrapados la cara un hilillo
entre el cómo de denso follaje demandando la vida de un hombre
corona éramos
de espinas nos cubrimos demasiado
del vértigo y ya sabía qué se iluminaba donde
sobresaltó
su delirio adentro
por los aires yéndose un ella tal vez me decía
era la novia olvidada
gritamos de amor tan nuevamente como al arder de las cosas
una que era tejida red luminosa y relucían ciudades enteras las blancas al fondo los anillos inconclusos de un prisionero
soñaba bruno el que olvidado sobre su desnudez
y recogí a la belleza tus ojos abismos hermosamente tan para esto
dejé unas valvas de breves moluscos entre las grietas
de las murallas cuando el cielo del oeste se escondía
adentro tan de mi sombra cambiando
siete veces un puñal o un lirio escondido
entre sus senos
sobre las suaves montañas: el sol
se había roto en goterones sobre mis muslos las manchas
de mis estas tierras ropas oscuras de hijos
sucios de sonreír un algo de hambre y los abracé también a ellos
como un mendigo que fuera y soy aún con estas líneas
sentados en un montón de basuras fumábamos melodías
ni siquiera inventadas las caras
los hermosos héroes y los hermosos santos
eligieron a quiénes saber el ya que
una pobre loba muerta yacía junto a nosotros
pariendo en el barro de la calle.
de haber elegido el verano
la araña o el luto; pero no no
frente a mi alcoba sin luz si imaginas algo de esto
a una sola gota oscura la tuve junto a mi
la ebrio injurié le rompí el costado y la quise así
besé sus piernas dejé que sus manos regasen mal cerradas mi cuerpo sus labios a cada
hora sin leyes se abrían de amor y sangre la mordí
suavemente
llorando el miedo vino
conmigo ella tarde porque ya no pedía nada
tú y quienes éramos yo el allí
pareció que ya antes había sucedido
le comencé a desatar los cabellos
y cada cabello era una voz para un nosotros éramos la tibia corriente bajando por
atrapados la cara un hilillo
entre el cómo de denso follaje demandando la vida de un hombre
corona éramos
de espinas nos cubrimos demasiado
del vértigo y ya sabía qué se iluminaba donde
sobresaltó
su delirio adentro
por los aires yéndose un ella tal vez me decía
era la novia olvidada
gritamos de amor tan nuevamente como al arder de las cosas
una que era tejida red luminosa y relucían ciudades enteras las blancas al fondo los anillos inconclusos de un prisionero
soñaba bruno el que olvidado sobre su desnudez
y recogí a la belleza tus ojos abismos hermosamente tan para esto
dejé unas valvas de breves moluscos entre las grietas
de las murallas cuando el cielo del oeste se escondía
adentro tan de mi sombra cambiando
siete veces un puñal o un lirio escondido
entre sus senos
sobre las suaves montañas: el sol
se había roto en goterones sobre mis muslos las manchas
de mis estas tierras ropas oscuras de hijos
sucios de sonreír un algo de hambre y los abracé también a ellos
como un mendigo que fuera y soy aún con estas líneas
sentados en un montón de basuras fumábamos melodías
ni siquiera inventadas las caras
los hermosos héroes y los hermosos santos
eligieron a quiénes saber el ya que
una pobre loba muerta yacía junto a nosotros
pariendo en el barro de la calle.
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