No me
salves
Soy como un viejo loco sentenciado a muerte,
con las manos entre el cielo y el infierno,
isla de tibio dolor,
calmado oleaje de mi tempestad;
y pensar que fui un rey y reina,
bufón de mi propia corte,
dios jorobado y taciturno,
suave espada desenvainada,
sin filo, sin alma,
bestia de cola alargada y ojos de papiro;
Aun así, no me salves,
puesto que mis días no lo son más,
mis glorias, mi malabares estrepitosos,
mi piel sensible y temblorosa,
todo aquello que maldijo mi semilla,
todo se irá conmigo;
no me salves.
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