Húmeda
pegada
a las baldosas
de la vereda, la hojita
aferrada al instante se ofrecía
humilde y sabia.
En el umbral, estremecida
yo esperaba.
de la vereda, la hojita
aferrada al instante se ofrecía
humilde y sabia.
En el umbral, estremecida
yo esperaba.
De: Río de paso
No hay comentarios:
Publicar un comentario