Génesis
Sin intentarlo, acaso
mi pobre corazón
tiene, por ciencia infusa,
la ciencia de un crisol.
La vida allí ha vertido sus bienes y su mal:
los trinos de una alondra,
las hebras de algún sol,
y almíbar de panales,
y lágrimas de sal.
Yo sé que allí se funden
los oros de un cairel,
mezclados con la esencia
de una violeta azul;
y sé que en lo complejo
del formulado aquél
sumergen mis tristezas
un tubo de abedul.
Y soplan, con un soplo
sibilino y sutil;
y de su aliento a impulsos
el verso hace eclosión,
para que en las mañanas
empapadas de añil,
efímero se irise
cual pompa de jabón.
Revista Coatl
No hay comentarios:
Publicar un comentario