un tutor y la pérgola para merecer
de
noche hormigas
que
manos y ojos envenenan
no sé
por qué
hojas
con leche
las
raíces garras
truena
amanezco
en un matorral
salvaje
las
hormigas me recorren
no sé
por qué ni náuseas
es
fértil el terrón
agua
de lluvia
gajos
ajenos ritos
luz
apretada entre mis pétalos
canales
de polen
perfume
en las espinas
¿por
qué me gusta tanto?
De: “¿por qué me gusta tanto?”
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