jueves, 1 de junio de 2017

MIGUEL GONZÁLEZ GERTH




Desconfiguraciones





Deshaciendo el poema

Hay veces que un prurito inesperado
nos lleva a merodear de nuevo,
a reconsiderar, y vemos que todo lo ya visto
no era nada.

Y entonces una sensación ambigua
ejerce sobre el hombre un poder lato,
extendido, más allá de la ilusión
que es todo.

Se mueven las cosas, los objetos,
ya menos ordenados, entre los que se pierden,
por ejemplo, las... y los...
Así desaparecen nombres, sujetos, vago contenido:
quedando sólo lada, lodo, nada, nodo, tada, todo.


2. Rehaciendo el poema

Hoy que el arte tiene pretensiones,
quizá la ciencia y la política
debieran convertirse en juegos
de átomos y sueños.

Aunque ya lo son: el milagro de los panes
y los peces.

Lástima que el arte quiera andar
no bien con compromisos, sino con ínfulas y líos.
Estoy harto de harte, baste decir
que el harte me harta.
Y hasta que el harte os harte
no os daréis cuenta cabal de que arte
se escribe y se hace sin hache.

¡Hacha a la hache del harte!


3. El canto

azul  sin sol  en la lluvia
unta  su urna  de cristal
ahoga  la sed  única
sola  columna  vertebral
duna  de llanto  luna
pulsa el fondo de los viáticos
luz  en derroche  aúna
avidez  de las  claves
grave  sedente  ingrávido
en la noche  profunda
solemne  de las aves
se ha formado  el canto

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