Poema de perfil
Afilada
en la luz,
como un
amanecer doctorándose en el agua,
te miro
reclinada sobre el imán de ti,
cual un
reloj de sueño
en la
edad sudorosa del planeta.
Es
musical el vuelo en los pellejos del instante;
es nube
el fuego para el plumaje del delfín;
es una
cicatriz que viaja desde la comisura del insomnio
hasta
el párpado azufre de un mostrenco dios.
El
hombre soy,
el ojo
soy pulsando la armonía del estruendo,
la
incurable ternura de asfixiarme en las manos del olvido.
Y
porque platico a solas con tu nombre de finas muchedumbres,
y
porque estoy en el alvéolo de un polvo sin regreso,
sólo te
miro en la nítida estrategia de la cal
y en la
sabia inconstancia del vinagre.
El
hombre soy,
el
sueño soy,
el ojo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario