Oración
Santo
Niño altísimo mío,
¿por
qué lloras ante las puertas del cielo?
¿Te han
corrido del paraíso
o
gritas para poder entrar?
Ayer
fui a buscarte a la iglesia
pero
encontré tu silla vacía,
tu
capa, ropa, corona y cetro abandonados.
Salí registrando
el humo del incienso,
miré al
parque y a la calle, pero no te encontré.
Recordé
tu desnudez,
cerré
mis ojos, te vi llorar.
Santo
niño queridísimo mío,
si esto
te pasa a ti
que
fuiste concebido en su gracia,
imagina
lo que va a pasar conmigo
que fui
procreado con su odio.
Hoy,
entonces, miré mis ropas
ahí
colgando como buitres,
dejé mi
camisa, pantalón y zapatos abandonados.
Salí
desesperado a tocar junto a ti
las
puertas cerradas del cielo.
Cerré
mis ojos, nos vi llorar.
De: “Cantos siniestros a Chiapas”
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