miércoles, 28 de febrero de 2018

MARCO FONZ





Oración



Santo Niño altísimo mío,
¿por qué lloras ante las puertas del cielo?
¿Te han corrido del paraíso
o gritas para poder entrar?

Ayer fui a buscarte a la iglesia
pero encontré tu silla vacía,
tu capa, ropa, corona y cetro abandonados.

Salí registrando el humo del incienso,
miré al parque y a la calle, pero no te encontré.
Recordé tu desnudez,
cerré mis ojos, te vi llorar.

Santo niño queridísimo mío,
si esto te pasa a ti
que fuiste concebido en su gracia,
imagina lo que va a pasar conmigo
que fui procreado con su odio.
Hoy, entonces, miré mis ropas
ahí colgando como buitres,
dejé mi camisa, pantalón y zapatos abandonados.
Salí desesperado a tocar junto a ti
las puertas cerradas del cielo.

Cerré mis ojos, nos vi llorar.
  

De: “Cantos siniestros a Chiapas”


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