lunes, 14 de mayo de 2018

ADRIANA LANZA




  
El sendero



La infancia es un sendero
elegido en la memoria
que la niña recorría
para cruzar los cerros.
Un niño le había dicho
que del otro lado su sombra
encendía las lámparas
de un país hechizado.
¿Soñaba con ese país?
¿O con el niño heraldo?
Al despertar le susurraba la canción
de un pingüino viajero.
Alguien atravesaba
con la niña el abismo.
Eterno amigo el recuerdo.
El miedo atisbaba desde sus pupilas
que invocaban a las siluetas
de los juguetes en la oscuridad.
Danza macabra de mis desvelos.
Yo aquí, hablando de ello
con el íntimo vértigo
de cruzar el estrecho sendero.




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