jueves, 31 de mayo de 2018

MING DI





Bosque lluvioso



10 minutos de sol. 10 minutos de lluvia.
Se turnan para visitarnos tan rápido como
es posible imaginar. Tan pronto como consigo
secar mi blusa al sol, comienza a llover de nuevo.
Simplemente la dejo mojarse. Las mariposas bailan alrededor
como si estuvieran ebrias por el agua de lluvia. Vuelan 100 pies a la izquierda,
100 pies a la derecha, vuelan hacia mí y revolotean sobre mis hombros.
Las flores parasitarias se ven tan coloridas, como flores de plástico,
lavadas por la lluvia, más y más brillantes,
como el español latino que hace crecer sus propias raíces en América Latina.
El poeta maya de Guatemala dice que el español es bueno para la poesía
con su música y ritmos. Él dice que es fácil escribir poesía
en español. El maya es su lengua madre pero es difícil para la poesía.
Él escribe cada línea esforzándose. Él escribe con el alfabeto romano.
Quiere escribir buenos poemas en maya, cada pieza tiene que ser arte,
una pintura, una canción, la estructura de un edificio. Él camina de un lado a otro,
como un pequeño cangrejo. Es una hermosa tarde. Grabo el sonido del viento,
del mar, de la lluvia e incluso de los rayos del sol. Todo tiene sonido, a metal
o a porcelana, moderno o antiguo. Excepto los pequeños cangrejos frente a mí,
la gran flor de jade tras de mí y el poeta maya. Su largo cabello
en el viento, en los rayos del sol. Toda la playa nos pertenece, a nosotros en cada uno
de nuestros reinos, sin interferir el uno con el otro. Una tarde tranquila
con el sonido del viento, de la lluvia, del mar, del sol.



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