113.
Dios
mío, ¡no quiebres las crestas del mar!
ni digas a los abismos marinos: ¡secaos!
Mientras, reconoceré tus favores y daré las gracias
a las olas del mar y al viento de Poniente.
Me acercan donde está el yugo de tu amor,
me libran de la coyunda de los árabes.
¿Cómo no van a cumplirse mis anhelos?
¡En Ti confío, Tú eres mi garantía!
ni digas a los abismos marinos: ¡secaos!
Mientras, reconoceré tus favores y daré las gracias
a las olas del mar y al viento de Poniente.
Me acercan donde está el yugo de tu amor,
me libran de la coyunda de los árabes.
¿Cómo no van a cumplirse mis anhelos?
¡En Ti confío, Tú eres mi garantía!
De: "Poemas del mar"
Versión de Xabier Kintana
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