viernes, 9 de noviembre de 2018

ELIZABETH REINOSA ALIAGA





Claro y firme



Han sembrado posturas
para el silencio.
No quieren saber de mi arritmia,
signo de sangre desbocada,
de hipocondría,
visión minimalista del mundo.

Detrás del cristal
aprieto los dedos
que intentan ocultar el sol o ponerse de cruz
sobre los labios.
Todo era claro y firme
en los inicios,
pero ese tiempo puede durar toda una vida.
Todo era callar
y festejar el estiércol,
sujetar a la bestia,
mientras otros clavaban en su pecho
la derrota.





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