viernes, 9 de noviembre de 2018

FADIR DELGADO





El hambre se hierve



Al olvido lo meto en una jaula para ocultarlo del trueno
Y le abro el pecho para que encierre sus bestias

Alguien me dirá que es demasiado abstracto
Que el olvido no es visible
Que intente ponerlo cara a cara con un objeto
Pero cómo hacerlo
No le conozco la cara
Pero sé que siempre tiene sed
y algo me dice que le gusta atravesarse en el camino para hacerme caer
que cuando estoy más cansada aparece y me golpea la cabeza
Y me hace  retornar al punto de partida

El olvido tiene dientes
Se rasca hasta encontrarse la sangre
Le gusta hervir el hambre
Porque el hambre se hierve
Podría masticarme
Comerse mi carne
Abrirme los ojos
Coserme la boca con las hebras de mi propio pelo
Con mi saliva saciar su sed
Sacar de mis pechos a todas sus bestias
Porque sabe que lo olvidaría
Que no tendría manera de recordarlo.


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