El hambre se hierve
Al
olvido lo meto en una jaula para ocultarlo del trueno
Y le
abro el pecho para que encierre sus bestias
Alguien
me dirá que es demasiado abstracto
Que el
olvido no es visible
Que
intente ponerlo cara a cara con un objeto
Pero
cómo hacerlo
No le
conozco la cara
Pero sé
que siempre tiene sed
y algo
me dice que le gusta atravesarse en el camino para hacerme caer
que
cuando estoy más cansada aparece y me golpea la cabeza
Y me
hace retornar al punto de partida
El
olvido tiene dientes
Se
rasca hasta encontrarse la sangre
Le
gusta hervir el hambre
Porque
el hambre se hierve
Podría
masticarme
Comerse
mi carne
Abrirme
los ojos
Coserme
la boca con las hebras de mi propio pelo
Con mi
saliva saciar su sed
Sacar
de mis pechos a todas sus bestias
Porque
sabe que lo olvidaría
Que no
tendría manera de recordarlo.
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