jueves, 6 de diciembre de 2018

ABRIL MEDINA






Tenía el espíritu en pausa
y las uñas pintadas
como una niña que juega
o algún ahogado

-si me cortas las manos te compro un vestido
quiero quedarme así
ir enfriándome por dentro-

antes de los quince
nunca maté a nadie
disfrutaba esa suerte
después hubo que salvarse
encontrar al enemigo en la probeta
sacrificar a la madre
que me crecía en los pechos

-si me das un sedante hablaré bien de ti
allá
en el infierno-


No hay comentarios:

Publicar un comentario