viernes, 21 de diciembre de 2018

ANDREA CABEL GARCÍA





Postre de limón



Debajo de tus manos todo adquiría forma
La mirada de una flecha
La temperatura de una cocina amarilla
La mesa con bancos para gatos
El hombre que comía mazamorras mientras se reía
Y tú que volvías al día siguiente bajo la forma de un dulce relleno de
fresa, o guanábana
O como mochi cubierto de miel.
Mi corazón coloca mantequilla en el molde
Se desprende para entrar al horno
Se recuesta entre el azúcar y la harina,

Mi corazón ácido amarillo y ácido
Encerrado en la noche, en tu sonrisa o en la mía, encerrado,
Atado en dos caras
Atado como un ave sin brazos para amasar, sin ojos
para medir las yemas y los huevos
de la espuma que crece
dulce como tu sonrisa, como tu mirada a las seis de la tarde
como tu caligrafía en un pilot de cero punto cinco
como el espacio tibio en la cama que dejas ácido, que dejas muerto
que dejas verde, como la cartuchera en tu bolso negro.
mi hija ha muerto, y solo pienso en sus manos
cuando alzadas nadaban celebrando una vida, la mía, la suya, una
sola.
mi hija ha muerto, y solo veo el postre ácido
la miel ácida
la cocina, la comida, la sangre, la forma de llorar,
ácida.




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