Me tardé una lluvia
para olvidar
ahora
tengo charcos
y ojalá
la enormidad de estas paredes
se
lleve el cromatismo de esos ojos ventanales
que
hacen soles en mi cara.
Ahora
leo absurdos, de todos modos
en esta
hora tan anémica los parpados se caen
que
importa lo que amanezca en mis ojeras
mañana
no habrá café que me levante.
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