«has
entrado al reino
sin
más aliada que la tullida voz
de
tus espejos
retratos
volátiles de una rendida nada
ante
los pies del verano
no
atravesaste cercas trenzadas con los sesos de algún dios
pero
sí valles de cráneos coronados de ortigas
y
agrias bellotas
el
reino no es distinto de la comarca de donde vienes
aquí
como allá los hombres se amaron y odiaron
hasta
desollarse
o
acaso el reino los expulsó por sus inocentes pretensiones
y
los alineó como una advertencia
para
fulminar los ojos de este peregrino?
asustado
te abrazas a los árboles
sus
troncos espumantes sólo poseen
mensajes
tártaros que escuchas a destiempo
y
la hoz que hace girar la pantomima
es
tan nítida como tu sangre escurriéndose en la sombra
como
única llamarada
única
verdad
única
medalla al final de la bruma
entonces
empiezas a llamar a alguien que no conoces
y
ese alguien sale de entre los juncos
sosteniendo
tu rostro dormido en sus manos
diciéndote
que te ha esperado desde que nació
para
colocarlo sobre la sal que reviste tus huesos
“este
rostro tiene la herida que ha de salvarte
le
he enseñado a pronunciar las estrellas y los andrajos
en
un idioma invertido al tuyo
ven
acércate
a esta roja fronda que es tu oculto reino
al
cuervo que bala tras la herrumbre
en
el sótano de este castillo de humo
está
la primera letra de tu nombre” ___te susurra»
No hay comentarios:
Publicar un comentario