Blancura
Al
hacer el amor
pienso
que la blancura de tu cuerpo
pierde
sentido sobre
la
blancura del mío
como
si fuera inútil
que
un color se disuelva
sobre
el mismo color.
Pero
un minuto más tarde comprendo
que
las calladas olas pálidas
de
nuestros cuerpos
sí
tienen un sentido,
porque
cuando se encuentran
son
el paisaje
de
un ruido tan callado,
móviles
ondas quietas,
y
que nos apretamos
de
la misma forma
que
se aprieta un cristal
bajo
la presión del viento
rompiéndose
en un abrazo
de
astillas y hendiduras,
fragmentándose
en
un silencio de agua y aire
dentro
de nuestra carne
en
la noche del cuarto.
Y
que tiene sentido
romper
tu espejo contra el mío
para
mirar
en
las quebradas piezas reunidas
mis
pies o hallar tu boca
en
la blanquísima repetición
de
nuestros cuerpos.
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