Abdicación de la suicida
Ella
tiene miedo de no saber nombrar
lo
que no existe
Alejandra
Pizarnik
Tú
arrancaste las palabras y pusiste en cada herida una larva de silencio
la
furia inapelable de lo que ha nacido
tú
dijiste las sílabas fatales para que llorara el viudo
y
arrojaste con ternura otro cadáver a los pies del penitente
conocías
los sortilegios infalibles
las
señales para revocar el alba
Estabas
a la espera de que el tiempo aniquilara lo nombrado
que
la vida se cumpliera más allá de tu lenguaje
y
los juiciosos te admitieran entre ellos
por
eso te encogías en azul nocturno de una lengua cercenada
por
eso desdeñabas las verdades
e
implorabas que tu cuerpo resistiera los embates de la ausencia
Tú
sabías de los suplicios de la joven taciturna
de
las voces obstinadas que crecían en su sigilo
Tú
creías en un idioma que conduce a la ceniza
en
las luces que naufragan con un rumbo definido
por
eso te emboscabas tras la infancia
por
eso hallaste el signo de aquello que no existe
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