domingo, 22 de marzo de 2020

SEAMUS HEANEY





El pasadizo



Llegó un tiempo en que añorábamos
los bancos plenos de anguila y las dunas
de una playa del norte, con sus algas y aves marinas,
sus pastos enloquecidos de tanta agua salada
derramándose por los diques para asegurar
el premio al reino de los humildes.
Esa fue toda la esperanza que los más puros
y los más tristes estaban dispuestos a recibir.

Desde esas escenas emergió, no de una concha,
sino lamida por los fríos y empapados fuegos fatuos,
ángel de la última oportunidad,
mostrándonos los peces en la roca,
la ternura silvestre del helecho.

Ese día, el golpeteo de las piedras
cuando nos deslizábamos fue un sermón
acerca de la conciencia y el alivio:
sus lágrimas, un ciervo fascinante
en la escena de la catástrofe.


De: “Station Island”


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